
11 Dic ¿Se puede tener éxito con ayuda?
La falta de oportunidades, un mercado laboral complicado y una economía lenta está fomentando en España el emprendimiento por necesidad, además de aparecer cada día más esa actitud de querer emprender un negocio de tu propiedad sin tener que estar dando cuenta a más personas.
Ante esta situación en el año 2012 decidimos que necesitábamos ayuda para poder entrar al mundo laboral, fue entonces cuando conocimos al equipo de Confislab, que nos dijo las palabras que más me han marcado en mi vida laboral hasta el día de hoy: “No busques trabajo, créalo”.
Confislab es una empresa estructurada que ha sabido introducirnos y guiarnos en este mundo laboral de la mejor forma posible. En nuestro negocio hace falta saber manejar distintos contratos fiscales y contables constantemente, y en esto Confislab han sido nuestros mayores aliados, ofreciéndonos una ayuda personal y diaria que han conseguido hacer que nuestro negocio haya prosperado y siga triunfando a día de hoy.
A pesar de nuestra juventud, somos el claro ejemplo de cómo es posible pasar de la precariedad laboral a ser dueños de nuestro propio negocio. La historia que narramos es como la de muchos jóvenes españoles que se enfrentan a un mercado laboral lleno de barreras e impedimentos.
En mi último año de la carrera encontré un trabajo como becario de una pequeña empresa y al año me ofrecieron quedarme, eso sí, con la condición de que me hiciera autónomo. Lo que supone que debía estar contento porque había conseguido quedarme en la empresa en la que llevaba un año trabajando, como todavía no había acabado la carrera decidí aceptar.
Intentando ser positivo, pensé que como autónomo, podría tener más clientes y conseguir un sueldo decente. Fue así como monté esta agencia, sin embargo, tan solo consigo sobrevivir para poder pagar a duras penas los gastos fijos que tenía, a la vez que echaba mano de la ayuda de mis padres. Al poco tiempo, y de un día para otro, la empresa decide prescindir de mis servicios.
Esto fue mi punto de inflexión, ya que lejos de desanimarme, ese despido prendió la mecha de mi auténtico objetivo: Crear mi propio negocio. Fue entonces cuando los profesionales de Confislab me ayudaron y se pararon a analizar qué era lo que le daba el valor añadido a mi trabajo, dándose cuenta de que mi actividad laboral era más valorada cuando me presentaba con mi nombre que como una agencia.
Desde ese momento, además de empezar esta andadura junto a Confislab, comenzamos a darle importancia a la marca personal, porque las personas quieren tratar con personas y eso en el mundo digital se pierde. En ese momento creamos y potenciamos mi página web y redes sociales, pero lo más importante fue la ayuda en las cuentas de mi empresa, cumpliendo mis expectativas con creces. Siempre han sabido en todo momento, en que debo invertir y lo más importante, cuando no debo hacerlo, haciéndome recular en muchas decisiones que estaba convencido que era lo correcto.
Experimenté una transformación en mi vida en todos los sentidos. Ahora mi propósito es el de ayudar a otras personas a que se animen a emprender y a conseguir lo mismo que he logrado yo, y no tener ningún tipo de vergüenza por necesitar ayuda de profesionales como los de Confislab.
Hoy, cinco años después y más de 200 proyectos a nuestras espaldas, demostramos que con ingenio y algo de ayuda se puede emprender con éxito aun disponiendo de pocos recursos económicos.